La utilización de software libre en instancias de gobierno podría anunciar la futura popularización de programas computacionales adaptables, más baratos, redistribuibles y, en no pocas ocasiones, más eficientes
En Venezuela existe, desde 2004, un decreto para que las dependencias de gobierno cubran sus necesidades informáticas a través de software libre. Entre las bondades que aquel país atribuye a la medida, destaca la reorientación a una “independencia tecnológica”, donde no estén a merced de los “monopolios internacionales en materia de informática”, a decir de la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN).
¿Pero qué es el software libre y por qué un país entero busca impulsar su independencia tecnológica en él?
“Software libre se refiere a la libertad de los usuarios para ejecutar, copiar, distribuir, estudiar, cambiar y mejorar el software”, según la Fundación para el Software Libre (FSF). Y añade cuatro características fundamentales:
1. Libertad de usar el programa con cualquier propósito. 2. Libertad de distribuir copias. 3. Libertad de estudiar cómo funciona el programa y adaptarlo a necesidades específicas. 4. Libertad de mejorar el programa y hacer públicas las versiones mejoradas.
Las últimas dos características necesitan del código fuente (las claves con que funciona) del programa para llevarse a cabo. Para ello, existe un proyecto paralelo de la FSF, denominado GNU, que busca el desarrollo de un sistema operativo donde puedan practicarse las características del software libre.
A pesar de que el proyecto data de 1984, época en que Richard Stallman lo ideó y cuando también creó la FSF, éste ha debido emplear el núcleo Linux para realizarse. Y dio lugar al sistema operativo GNU/ Linux, formado en su totalidad por software libre.
Stallman cuenta que tuvo esta idea a raíz de la negativa de quienes habían desarrollado la impresora que usaban en su trabajo para darle el código fuente de la misma. La impresora se atascaba constantemente, estaba conectada en red y no avisaba a los usuarios cuando estaba atascada. Muchos trabajos eran enviados y también quedaban atascados, propiciando una pérdida de tiempo para Stallman y sus compañeros.
Stallman pidió el código fuente para modificar el software de la impresora a fin de que avisara cuando estaba atascada y, en vez de enviarle trabajos, los usuarios la destrabaran. Esta es la esencia del software libre: modificar y adaptar un software a necesidades específicas, y luego poder redistribuirlo, normalmente gratis.
Recientemente, representantes del municipio de Metepec, Estado de México, y de la Secretaría de Finanzas del DF, durante el simposium “Hacia una cultura del software libre”, hablaron de sus experiencias al utilizarlo en el trabajo de gobierno.
En la Secretaría de Finanzas, la medida se lleva a cabo como parte del programa de austeridad del gobierno de la capital. Aunque se presume que los resultados no han sido óptimos por la reticencia de los trabajadores para aprender a manejar los programas nuevos y modificados.
En Metepec, se asegura que los resultados han sido excelentes, y se han podido desarrollar nuevos programas, adecuados para el trabajo y con los que se está cerca de la autonomía en materia de desarrollo de software, a decir de Jesús Díaz, representante del municipio.
Tú, ¿crees que la iniciativa sea buena?
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